La visión artificial se ha convertido en una herramienta crítica en los procesos industriales para garantizar el control de calidad y la eficiencia. Una aplicación particular de la visión artificial es la detección de defectos en los recubrimientos plásticos de pistones metálicos.
El uso de la visión artificial para este tipo de trabajo permite una detección precisa y confiable de defectos que de otra manera sería difícil detectar a simple vista. El sistema puede detectar múltiples tipos de defectos: la ausencia del inserto, piezas insertadas al revés, dimensiones del inserto fuera de tolerancias, posicionamiento incorrecto, grietas, poros, etc.
Con la visión artificial, el proceso de inspección se vuelve más rápido y eficiente, reduciendo la necesidad de intervención manual y evitando errores humanos. Además, el sistema puede funcionar continuamente, permitiendo la detección y corrección en tiempo real de los defectos a medida que ocurren, detectando así problemas que pueden venir de procesos anteriores. De esta manera se pueden tomar las medidas correctivas pertinentes mucho antes en la cadena productiva ahorrando así costes de producción.
El uso de la visión artificial en este producto es un ejemplo perfecto de cómo la tecnología puede mejorar la calidad y eficiencia de los procesos industriales.